
¿Qué son las manchas corporales?
El tratamiento de la pigmentación cutánea es fundamental para abordar las manchas en la piel corporal, una alteración frecuente que afecta a personas de todas las edades. Estas manchas se originan por un desequilibrio en la pigmentación cutánea, ya sea por exceso o por falta de melanina, el pigmento responsable del color de la piel. Cuando existe un aumento en la producción de melanina, aparecen manchas oscuras conocidas como hiperpigmentación. Por el contrario, una disminución o ausencia de este pigmento causa manchas blancas o zonas despigmentadas, conocidas como hipopigmentación.
Entre las principales manchas por hiperpigmentación se encuentran las pecas, el lentigo solar, el melasma o paño, así como las manchas postinflamatorias que aparecen tras lesiones o irritaciones cutáneas. Por su parte, las manchas hipopigmentadas más habituales son la pitiriasis alba, la pitiriasis versicolor y el vitíligo.
Las manchas en la piel pueden deberse a múltiples factores. Entre los más comunes destacan la exposición solar excesiva y sin protección, el fotoenvejecimiento, el envejecimiento natural, factores genéticos, desequilibrios hormonales (como durante el embarazo), el contacto con productos químicos o metales pesados, e incluso enfermedades o procesos inflamatorios. También el uso de ciertos medicamentos, el tabaco o la deficiencia de vitaminas puede alterar la función de los melanocitos, las células responsables de la pigmentación cutánea.
Tratamiento de la pigmentación cutánea corporal
El tratamiento de la pigmentación cutánea tiene como objetivo unificar el tono de la piel, reducir las manchas visibles y prevenir su reaparición. Para ello, se emplean diferentes procedimientos dermatológicos y estéticos adaptados a cada caso según el tipo, extensión y causa de la alteración.
Entre las opciones más utilizadas destacan la exfoliación química, la microdermoabrasión y la crioterapia, que ayudan a eliminar las capas superficiales de la piel dañada. Otros tratamientos eficaces incluyen el uso de luz pulsada intensa (IPL), láser dermatológico y terapias despigmentantes con ingredientes activos que inhiben la producción excesiva de melanina. En los casos de hipopigmentación, pueden recomendarse terapias con fototerapia o medicamentos que estimulen la actividad de los melanocitos.
Además, es fundamental complementar cualquier tratamiento con hábitos saludables: aplicar fotoprotección solar diaria, evitar la exposición prolongada al sol y utilizar productos cosméticos adecuados para el tipo de piel. Estas medidas no solo mejoran los resultados, sino que también previenen la aparición de nuevas alteraciones pigmentarias.
En Ghorchi Clinic diseñamos planes personalizados de tratamiento de la pigmentación cutánea que combinan las técnicas más avanzadas con un enfoque médico-estético integral. Nuestro objetivo es devolver a tu piel un tono uniforme, saludable y luminoso, mejorando tanto su apariencia como tu confianza.